Los drones están cada vez más presentes en el mundo inmobiliario y se han convertido en una herramienta interesante que les permite a empresas de construcción y agentes inmobiliarios mostrar propiedades desde ángulos que antes solo podíamos imaginar.

Un video aéreo puede ayudar a contar la historia de una casa con más claridad que un recorrido tradicional.

El tipo de tomas que se pueden conseguir gracias a un dron ayuda a resaltar detalles como el tamaño del terreno, la distribución de jardines o la cercanía a calles principales. En propiedades ubicadas frente al mar, en zonas montañosas o rurales, la posibilidad de grabar desde el aire da resultados aún más impactantes, ya que permite captar toda la naturaleza y las bellezas del entorno.

Además de ser útiles para la promoción, los drones también ayudan en otros procesos. Por ejemplo, se pueden usar para inspeccionar techos, tomar fotos de zonas de difícil acceso o monitorear el avance de una construcción. Esto ahorra tiempo y mejora la información que se puede compartir con clientes o inversionistas.

Las imágenes captadas por drones también son muy efectivas para destacar una propiedad en redes sociales o sitios web de bienes raíces. Un buen video puede captar la atención de posibles compradores de forma más rápida que una galería de fotos tradicional.

Eso sí, antes de volar un dron, es importante conocer las reglas del país o la ciudad donde se piensa grabar. En algunos lugares se requieren permisos especiales para poder volar drones, sobre todo si se van a usar con fines comerciales o se desea grabar en zonas urbanas. La seguridad y el respeto por la privacidad de los demás también son aspectos importantes a tener en cuenta.