La primera impresión lo es todo, por eso es fundamental prestar atención a las fotografías al momento de vender una propiedad. Aunque muchos compradores dicen que “hay que ver la casa en persona para decidirse”, lo cierto es que el primer encuentro suele ocurrir en una pantalla, ya sea en el celular o en una computadora. Es ahí donde entran en juego dos aliados poderosos: la fotografía profesional y el home staging.
El home staging o puesta en escena es la práctica de preparar y presentar una propiedad para que resulte más atractiva a los posibles compradores. No se trata de redecorar con lujo, sino de resaltar los puntos fuertes del espacio: ordenar, despersonalizar, jugar con colores neutros, añadir plantas y textiles que transmitan calidez.
Las fotos de alta calidad no solo muestran una propiedad, también cuentan una historia. Una buena iluminación, el ángulo adecuado y una composición cuidada pueden hacer que una habitación luzca más amplia, cálida y acogedora. Además, las imágenes bien producidas captan más miradas y despiertan un mayor interés.
Consejos rápidos para propietarios:
- Invierta en un fotógrafo especializado en bienes raíces.
- Antes de la sesión, limpie, ordene y retire objetos personales.
- Añada detalles que generen conexión: un libro abierto, una taza de café humeante o un florero en la mesa.
- Si el presupuesto es limitado, enfoque el home staging en las áreas clave: sala, cocina y habitación principal.
En un mercado competitivo, cada detalle cuenta. Aunque la ubicación y el precio son determinantes, la presentación visual puede marcar la diferencia entre un anuncio que pasa desapercibido y una venta cerrada en tiempo récord.