En tu casa o apartamento cada metro cuadrado cuenta y los espacios verdes se han convertido en un verdadero lujo, ya que no todos los lugares cuentan con espacio amplio para un jardín. Sin embargo, si quisieras tener un jardín no tienes por qué renunciar a un diseño atractivo o funcional.

Con un poco de creatividad y técnicas de paisajismo, es posible transformar balcones, patios y terrazas en rincones llenos de vida que además podrían aumentar el valor de una propiedad.

El poder de lo vertical

Los jardines verticales se han convertido en una de las principales soluciones para quienes cuentan con espacios reducidos. Paneles con plantas trepadoras o sistemas hidropónicos permiten aprovechar paredes y muros, generando frescura y mejorando la calidad del aire.

Mobiliario multifuncional

Optar por bancas con espacio de almacenamiento o mesas plegables permite disfrutar del jardín sin saturar el lugar. La clave está en elegir materiales resistentes al clima, como la madera tratada o el aluminio.

Plantas que trabajan por ti

En jardines pequeños conviene apostar por especies de bajo mantenimiento y de doble función. Por ejemplo, la lavanda aporta aroma y repele insectos, mientras que el romero y la albahaca pueden usarse en la cocina.

Iluminación estratégica

Un espacio verde también se disfruta de noche. Luces LED, guirnaldas o focos solares instalados a baja altura generan un ambiente cálido y resaltan texturas de plantas y muros.

El factor plusvalía

Más allá de la estética, un jardín bien diseñado, aunque sea pequeño, puede incrementar la percepción de valor de una vivienda. Para muchos compradores, contar con un área verde, por reducida que sea, resulta atractivo porque transmite bienestar y calidad de vida.

Con una planificación cuidadosa y un diseño inteligente, el tamaño no es un obstáculo para disfrutar de un espacio verde. Terrazas y balcones pueden transformarse en rincones llenos de naturaleza, capaces de convertirse en el corazón de la casa o del apartamento.